¿Cuantos cuentos podemos contar de los altibajos que la vida nos ha brindado? Sin mucho esfuerzo nos desesperamos porque no podemos borrar de nuestra mente los cuentos más dolorosos de nuestro pasado.
Es que esos sucesos dolorosos nos hicieron en nuestro ser más estragos que los momentos que alguna vez disfrutamos. Suele ser de esta manera para muchos que se quedan detenidos sin poder perseguir su destino. Para otros son los peldaños que con angustia los llevan hasta la anciana cima de la colina.
“Pasado Pisado” dice un refrán que por ahí oí decir. ¿Será tan fácil como cambiarse el calzado o es que debemos ponerle más empeño? Un paso, uno más y verás como aquello que te robó el sueño es ahora solo un recuerdo que duele pero que no te estanca.
Que te perturba la mente de vez en cuando pero no te desaparece los deseos de forjar una mejor vida para ti y los retoños que te dio o te dará la vida. Porque mas triste que aquella herida es ver pasar los años sin vencer aquella historia que una vez te robó la autoestima.
Esfuérzate y se valiente, ármate de valor y a pasos cortos, quizás con pereza y muchos estragos pon tu mirada en las bendiciones que Dios desde un principio para ti designo.
Esas bendiciones son tuyas, reclámalas sin pena porque con tu Nombre, El las creó y a ningún otro nombre ellas responden.