Nadie la vio caminando las calles con el corazón en pedazos. Las risas de los transeúntes se oían a lo lejos queriendo ahogar el dolor que calaba sus huesos. Los seres que la aman no estaban.
Era una época hermosa, los escaparates destellaban luces de colores y adornos simbólicos. La multitud le arropaba pero sentía la gran soledad que la embargaba. ¿Donde estaba aquel que la dejo sin importarle su dolor?
Ahí cerca en la calle donde el tren pasaba. En una casita donde una vez se juraron amor eterno quedó rota la esperanza. Suena una canción esta vez con más efusión.
Dónde vas María
Dónde vas María
Solita y a pie
voy buscando al niño
donde lo hallaré
voy buscando al niño aah ay
donde lo hallaré.
Deja salir las lágrimas que había luchado por guardar. Ya no hay vuelta atrás es hora de salir para siempre de ese lugar. Adiós al pueblo donde hasta las piedras cantan; aquel pueblo a nivel del Mar.
Allí donde el ojo de agua crea por lo general un ambiente de paz. Esa paz que hoy de ella se escapaba.