No fue el Titanic

Reseña sobre el Fogón de Ruby de Corazon Samaritano, por Frank Miranda

Extrañando las Bahamas

Figura vas a investigar y enhebrar desde la profundidad de tus habilidades en cuanto a tramar, estampar en letras las ideas y llevar el mensaje a la audiencia. Triunfa la experiencia. Quizás, pasará mucho tiempo desde la última vez que notas nos preocupamos menos; puede depender de cuánto nos permita la vida. ¿No me diga también te intrigan los cuentos? Me entrego tanto al análisis buscando el balance. Las fábulas y hasta las tribulaciones de corazones rotos de un gran número de personas toman acción en escenas movidas, no tan turbio como cuando Ramiro, por no ser tan vivo casi pierde la maleta arrastra por la mar, no antes sin decir una frase en No fue el Titanic que cierra el cuento. Muy curioso que el clímax de cualquier narrativa se presenta un poquito antes. Aquí fue musitado. Esta Autora hasta casi te hace visualizar el escarlata del Montecarlo saliendo de la Campeche.  

A medida que pasa el tiempo, es cuestión de afrontar con esperanza lo que se espera y como en una trama desde A la Z; figura, todo es sobre organización de palabras, tal dilema que con velocidad increíble poniendo la yema sobre las teclas son prueba; es la tendencia que al escribir incluye afrontar lo desconocido. Por eso en esta reseña pido tu atención que ensamblar palabras en oraciones precisas, tal que No fue el Titanic un estilo de monólogo y hábilmente abriendo con el arrullo de las olas en un viaje de trabajo a Vieques con tía Cucusa. Para encontrarse con lo desconocido, puede suponer que se trata de esperanza. Puede que se trate de confianza ya que a medida que envejeces, adivinas (como en el tejido de la realidad) si fuese posible revivir el amorío que no se dio, pero tampoco queremos contarte el cuento y lo leas y formules tu propia reseña. Acabas de notar la voz del cuento, lo que plantea esta jocosa narrativa, después de leer y estudiar y buscar motivos sobre los personajes que Corazón desarrolla bellamente entre los diecinueve cuentos en El Fogón de Ruby.

 Sobre Ruby, la protagonista, la historia de la joven puertorriqueña que más tarde, tal vez se convertiría en una brillante en pintura, manteniendo siempre a San Lorenzo como el lienzo de las nuevas súper estrellas de Puerto Rico. Corazón planta a Ruby con voz sensacional como si fuese una jornada íntima y decidida, solo que no te pierdas las comas, apostando a las probabilidades que la rapidez de manos de la artista no sea precisa con la brocha de los sentimientos, los cuales apuntan a un manejo indeleble si buscas balance de prosa con el aspecto personal. Por el tono de la joven Ruby es que captas que de ahí en adelante no se cuestiona por qué se eligió a Cucusa como el reparto de apoyo perfecto para dar a conocer la expectativa. Ella producirá la noticia titular en El Vocero, ojalá mezclado dentro de una trama desconcertante en un viaje agradable al aire de Vieques si la tormenta no llega y el ferry tendrá que zarpar y no importa. Cucusa investigará las arenas contaminadas de Vieques. Hablará con las familias en la playa al menos que el ferry no se vea en aprietos. Ruby dice que pidió tiempo en la Universidad de Cayey para tomar notas para Cucusa la periodista. Y nadie se lo cree si lees el Fogón de Ruby y la primera novela de Corazón: La Artista y el Guionista. Por eso notamos la cualidad de trama en el estilo de Corazón.

 Ya volando los pájaros fuera, el informe de prensa de Cucusa debería decirnos cuanto profundiza Corazón en un léxico simple lleno del típico orgullo puertorriqueño y conoce tanto cuento popular caribeño. Quién sabe si la programación de historietas en El Fogón de Ruby no impida maravillarnos de cómo la narrativa despliega intriga, porque elegir fácilmente desde el principio es una manera maravillosa pero rara de sellar preciados recuerdos sobre tiempos divertidos en Puerto Rico, aunque la lucha se hizo habitual. Por extraño que parezca; se trata de la experiencia. Todo lo que la vida le ofrece a Ruby, no importa. Es la postura de recordar y traer aquel pasado, y Corazón no tiene problemas moviéndose en tiempo y estabilidad en la escena en el ahora. Mientras chequeas los personajes en los flancos de la trama en esta narrativa extraordinaria, entre otros como La Guagua Amarilla, El Labro, Las Muchachas del Barrio y Gavilán Pollero, tamizará las historias de Corazón sobre el “date prisa y espera” tejiendo y palpando letras en la vieja Olivetti poniendo esfuerzo en una cuestión de afrontar la esperanza. O sea, son cuentos y la característica de trama es evidente, pues los protagonistas siempre regresan en otro cuento, además de las frases jocosas y docenas de costumbres puertorriqueñas muy bien impregnadas en las aventuras de los personajes.

 Al menos, considéralo la semilla en un soberbio drama narrativo, cuentos de chismes, pesca de buruquenas y jueyes a la medianoche y el cartel de misterios imaginarios cómo la Cosa Blanca sin más que forjar la necesidad de descargar tú copia y prepararte para un conjunto amplio de cuentos. La esperanza en su máxima expresión se deriva de mirar por debajo de la profundidad de las habilidades de esta narradora natural.

 Gracias Corazón Samaritano. Nos infectas de motivos y esperanza. A los amantes de los cuentos nos guías con espontaneidad.   

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Frank Miranda, Edificador de Sueños

Frank Miranda

Conoce a la persona que dedicó su habilidad y horas interminables para hacer mi sueño de escribir libros una realidad. Frank es mi editor, amigo y compatriota. Aunque dejó a Puerto Rico a temprana edad nos unen los recuerdos del campo, la hermosura de las praderas y los ríos, pero sobre todo el amor a nuestra gente y las historias que quedaron grabadas para siempre en nuestra mente. Juntos recordamos estas historias que se hacen vivas mientras compartimos la escritura de mis libros: La Artista y el Guionista y El Fogón de Ruby. Le debo a Frank toda mi gratitud.

Esto nos dice de sus experiencias:

La motivación de escribir mi primer libro es causada por la pérdida de mi idioma natal cuando emigré a los Estados Unidos en mi juventud. Estar fuera de mi país relegaba mi idioma natal a segundo plano. Apenas tenía la oportunidad de practicar y desarrollar mi idioma español con otros hispanoparlantes en conversaciones formales. El deseo de no perder mis raíces me llevaron a ser un estudioso de la gramática. Cuando llegué a adulto realicé que bajo el condicionamiento del idioma inglés aprendería mucho más y la vida sería más fácil.

El deseo de escribir mi primer libro surgió mediante las vivencias adquiridas a través de la milicia. Todos los departamentos asignados tenían la necesidad de escribir informes. Al escribir informes desarrolle el amor por la escritura. Combiné mi deseo de mantener mis raíces con la necesidad de aprender el idioma inglés que tanto necesitaba. La necesidad de completar estos informes en una lengua que aprendí cuando ya era un adulto me llevó a tratar de ser un experto en este idioma que era vital para mi desarrollo profesional.

A la corta edad de dieciséis años dejé mi patria, Puerto Rico. Mi niñez se desarrolló en el seno de una familia incompleta. LLegué a mi juventud sin grandes eventos excepto que dejé mi isla a la cual nunca he regresado para quedarme. Era una ayuda para mi abuela y la familia más cercana haciendo los mandados a la tienda mientras aprovechaba a correr mi bicicleta.
La escuela no era lo que más me llamaba la atención por lo cual no terminó como hubiera querido. Eso no me impidió perseguir mis sueños.

La falta del calor paternal y maternal me llevó a ser un tanto inseguro y humilde. Desde pequeño valoré el amor incondicional que mi abuela me brindaba. Este amor moldeó mi carácter y he llegado a ser una persona con alto nivel de desprendimiento.  Ahora disfruto llevar a otros a que sueñen como yo lo hice alguna vez. Con la oportunidad de ayudar a otros me esforzaron enriquecer mi estilo y el alcance del léxico para dominar el vocabulario. Esto me empuja a estar inmerso en una versatilidad de proyectos literarios.

Frank Miranda es un seudónimo el cual creó para expandir sus proyectos literarios. Él ha escrito libros en diversos temas. Sus mayores pasiones son el deporte, estudio de la novela y la lectura en una variedad de sujetos. Ya sintiéndose realizado ha puesto a la disposición de algunos afortunados como yo, sus destrezas de editor. El constantemente te exhorta a que edites tu propio trabajo conforme a la narrativa con un estilo sencillo, fácil, para que lectores de todos los niveles lo puedan entender.

Gracias por el tiempo, dedicación y el esmero que has puesto en ayudarme a soñar mientras estaba despierta. Él descubrió en mi habilidad que yo no sabía que poseía.

Corazón Samaritano