

Como lamento no haber detenido ese tiempo en su momento. Quisiera entre mis manos tener sus rostros y sus tiernas miradas dejar ancladas en mi alma.
El álbum de fotos guarda las vivencias y el recuerdo de ustedes que son mi mayor tesoro. Muy seguido paso tiempo recorriendo las páginas que dan constancia de que una vez también fueron niños hermosos.
Ahora están convertidos en hombres, siguieron sus propios sueños y alcanzaron grandes metas. Veo los momentos enmarcados donde juntos reían mientras corrían en el patio de la casa que recordamos y añoramos. Todavía pasamos por la calle frente a ella y aunque es de lejos nos recuerda los momentos felices que allí vivimos.
El columpio, las flores y los vecinos quedaron como testigos de aquella familia que separó el destino. Fueron momentos felices que vivirán por siempre en nuestra mente. Me duele recordar que también por circunstancias del ayer sus sonrisas mutaron a lágrimas y el dolor en algún momento de sus tiernos corazones hizo preso.
Hemos vivido una variedad de experiencias, lamento que no todas fueron de gozo, hijos de mi alma. A pesar de todo no olviden los años donde crecieron unidos en el amor de hermanos que es el fundamento de su relación, ese amor les dará la ayuda para soportar los embates de la vida con valor. Manténganse cerquita el uno del otro para que los recuerdos de sus vidas en un futuro sean hermosos.
Quiero que sepan que si alguna vez me faltó la paciencia les aseguro que nunca les faltó el amor. Aunque cometiendo errores deseaba labrar un futuro donde pudiera suplir todas sus necesidades y darles un ejemplo de supervivencia.
Hoy veo mis esfuerzos en sus talentos, en sus éxitos y en el amor con el que tratan a mis amados nietos. Sin embargo, no había otra opción, yo pensaba que escogía la mejor cuando me esforzaba a desarrollar mis talentos. Aún así, como me duele no haber tenido la sensatez de haber atado su niñez con mis manos. Si pudiera volver atrás recolectaría sus sonrisas en mis brazos. Estoy muy orgullosa de ser la madre de dos hombres ejemplares que labraron para ellos un futuro provechoso.
Tú el mayor fuiste un ejemplo que el más chico pudo seguir. Hiciste de la ley tu amiga y vestiste bien el uniforme azul en la ciudad y el condado. En el ejército americano, la Marina y la Fuerza Aérea constan los expedientes de tu servicio de excelencia. Aunque también eras travieso cuando pequeño, volteaste a tu hermano de cabeza para hacerlo reír. Nos diste un gran susto a tu padre y a mi.
Te recuerdo a ti también que eres el más chico cuando nos hacías reír a todos con tus muecas mientras te cortaban el cabello. Estamos igualmente orgullosos de que haya seguido el camino de obedecer la ley y hacerla cumplir. No puedo creer lo que ven mis ojos cuando te veo llegar en tu patrulla. Ambos son ejemplos asombrosos de logros a pesar de los desafíos de la vida. No jacto de todos los demás talentos que obtuvieron, no quiero sonar orgullosa.
Un día, cuando a mi edad la vida les permita llegar, entenderán estas reflexiones con más claridad. Mientras les dejo aquí lo que en mi corazón guardo con amor y muchas veces con dolor. Yo comencé a temprana edad y de no ser por mis padres quién sabe qué destino hubiéramos tenido.
Su abuela, mi mamá, fue parte crucial mientras estaban chiquillos, ella sí entendía que el tiempo pasaría y que los niños no se quedan pequeños. Su abuelo se dedicó a cuidarlos con amor y atesorar el cariño de los nietos que heredó por matrimonio. A ellos le debemos todo nuestro amor y agradecimiento.
Todavía me llena de gozo oír sus voces, leer sus mensajes y sentarme con ustedes a la mesa. Siempre serán lo mejor de mí, mi orgullo, mi éxito y mi mayor logro. ❤️