
Advertisement
Sharing Experiences
When hope leaves my soul I don’t know where to turn. I search high and low to find a reason not to give up. I rehearse the life stories and the circumstances that brought me to this place.
I can’t go back and change a thing, there are no even a remote possibility. I think, I dream and never find a way to turn time around. Where has life taking me? I can’t reconcile my reality with the dreams I had as kid.
I look across my window and see the farm, the pond, the cows even a donkey is running around. All is so far from the memories I had of my fathers farm in Puerto Rico. I’m feeling lonely, broken, sad and confuse at times.
Why life didn’t keep us together? Why everyone scattered to diverse places. Holidays perhaps reunite us for a little while. I want to let go, I want to give up. Help me Lord to find a reason, to wait for a change of the season.
I trust you will make come to pass every spoken word over my life when I was down in the ground looking up to the cross. I will not give up today, I will hold on as long as you keep me strong and hold me with your right hand.
Si el destino lo dispone y de esta tierra de incertidumbres me arrebata te dejo esta carta para que te quede de recuerdo. En ella mi corazón relata el agradecimiento del que en este caso te hago objeto. Veo en mi mente la imagen del chamaquito de Jagual corriendo la bicicleta para los encargos ir a buscar.
El camino seco, pedregoso y polvoriento te saluda mientras el verdor imponente de nuestra isla te abraza con dulzura. En la tiendita del barrio ya se acostumbraron a que llegarás apresurado y sudoroso con la notita de encargos debajo del brazo. Con el pequeño lápiz delineabas las necesidades del día que te dictaba la abuela o quien sabe esta vez fue su tía.
Así me contabas con detalle y no sé si con algún sentimiento de nostalgia y un poco de amargura. No estaba allí para presenciar estos hechos, pero puedo relatar lo que está historia provocó en mi forma de entender parte de tu vida. Cuando saliste de nuestra isla quizás nadie te dijo lo mucho que te apreciaban. Suele pasar, no lo tomes a mal. No es fácil abrirse al sentimiento.
Muy tarde llega el arrepentimiento para muchos que fracasaron sin siquiera hacer un intento. No quiero que llegue la despedida y que me pase a mí lo que le paso a ellos. Quiero decirte lo mucho que para mí significas y la influencia que ejerces en mi deseo de exponer mis propias historias de cuando era una niña. En mi mente vive hoy un gran cariño y eterno agradecimiento por aquel niñito que en un momento se pudo haber sentido huérfano.
Que la vida te recompense por todos tus sacrificios y te bendiga con muchos más logros. Gracias por tu amistad, tu dedicación y tu bondad. Lo quiero expresar una vez más por si me toca irme primero al más allá. No quiero que me pase contigo lo que me paso anoche mientras le daba el último adiós a quien en vida conmigo tan bien fue bueno.
A restaurant owner in my barrio posted a video that transported me to the years I lived back home. He is the owner of a restaurant in the area I grew up. He and some neighbors prepared a caravan with Christmas music, loud horns, and even someone dressed as Santa. They jumped in their cars and went around greeting all the neighbors while wishing them a happy 2021.
The video made me tear up. Every year around the holiday season, I realize how much I miss Puerto Rico. I would have to get used to driving on the narrow roads, but it would be a matter of days. Today has been an especially gloomy day. The sun was not shining, and you could feel the sadness of staying inside the house.
It was not a good day for me; I had no drive and even lacked energy. Friends sent me videos of different activities during the day. I was not feeling like watching until I found this one showing the country roads of the neighborhood where I grew up.
I watched the video and even replayed it. I was trying to recognize the homes. I believe they passed by my father’s house as well. Maybe it was just my imagination because I miss it so much.
The restaurant owner is the grandson of the next-door farm owner. I want to believe he at least went by his grandfather’s house located after ours. The neighbor and his wife, just like my father, are long gone now, of course.
I envy those who stayed or went back home to make a living on my beautiful island. I know it will not happen to me. I made my life and have my husband and kids here, in one of the southern states.
It is great to see how festive is our people. They celebrate the end of a year that was hard for them. Not only Covid-19 was spreading quickly. They are also suffering terrible earthquakes all year. If that wasn’t enough, my fellow Puerto Ricans have not recuperated from hurricane Maria which devastates the island.
Many had to flee the country seeking better opportunities. Many went back as soon as they could. I am happy to see them celebrating in peace and harmony. They find strength because they have each other to overcome any obstacle.
Es temprano en la mañana, no se oye ningún ruido ni siquiera de los grillos del país donde vivo. Miro por la ventana y solo veo árboles secos, las hojas de las ramas todas ya se cayeron. La nostalgia invade mi alma mientras pienso en mi patria, mi pueblo, mi barrio y mi gente que despertaron como yo, pero en un suelo diferente.
Yo veo los relatos contundentes donde describen mis paisanos que viven la mejor vida gozándose los cerros, la llanura y las colinas del suelo de los boricuas. Siento un deseo inmenso de viajar y compartir la época Navideña que ya está para venir. Nada se compara con la forma peculiar que se celebra la Navidad en nuestra hermosa patria. En el campo o la ciudad parrandas no faltarán, en las casas de los vecinos se preparan para recibir la multitud con bombos y platillos.
Que no me aqueje la pena, ni la tristeza, tampoco el desconsuelo de no poder estar en el suelo donde crecí y muchos años compartí las tradiciones que a mi tanto me hacen falta. Mi mente vive soñando ver de nuevo el verdor de las lomas y oír el coquí cantar al son de los riachuelos mientras se preparan aguinaldos para en la noche salir a celebrar al compás de la guitarra, el güiro y el cuatro.
Déjame Señor que un día pueda mostrarles a mis hijos y a mis nietos las cuitas que con anhelo abrazan mi alma esta mañana donde hace un frío diferente al de mi pueblo en San Lorenzo. Nadie puede entender lo que se siente estar lejos a menos que también hayas nacido en la cuna bendecida donde nacimos los puertorriqueños.
A ti Puerto Rico te extraño especialmente este año donde me hubiera gustado con mi gente compartir. Aleja de este mundo las razones que nos separan y el virus que se vaya, para que podamos abrazarnos sin miedo a contagiarnos de esta maldita plaga.
Conoce a la persona que dedicó su habilidad y horas interminables para hacer mi sueño de escribir libros una realidad. Frank es mi editor, amigo y compatriota. Aunque dejó a Puerto Rico a temprana edad nos unen los recuerdos del campo, la hermosura de las praderas y los ríos, pero sobre todo el amor a nuestra gente y las historias que quedaron grabadas para siempre en nuestra mente. Juntos recordamos estas historias que se hacen vivas mientras compartimos la escritura de mis libros: La Artista y el Guionista y El Fogón de Ruby. Le debo a Frank toda mi gratitud.
Esto nos dice de sus experiencias:
La motivación de escribir mi primer libro es causada por la pérdida de mi idioma natal cuando emigré a los Estados Unidos en mi juventud. Estar fuera de mi país relegaba mi idioma natal a segundo plano. Apenas tenía la oportunidad de practicar y desarrollar mi idioma español con otros hispanoparlantes en conversaciones formales. El deseo de no perder mis raíces me llevaron a ser un estudioso de la gramática. Cuando llegué a adulto realicé que bajo el condicionamiento del idioma inglés aprendería mucho más y la vida sería más fácil.
El deseo de escribir mi primer libro surgió mediante las vivencias adquiridas a través de la milicia. Todos los departamentos asignados tenían la necesidad de escribir informes. Al escribir informes desarrolle el amor por la escritura. Combiné mi deseo de mantener mis raíces con la necesidad de aprender el idioma inglés que tanto necesitaba. La necesidad de completar estos informes en una lengua que aprendí cuando ya era un adulto me llevó a tratar de ser un experto en este idioma que era vital para mi desarrollo profesional.
A la corta edad de dieciséis años dejé mi patria, Puerto Rico. Mi niñez se desarrolló en el seno de una familia incompleta. LLegué a mi juventud sin grandes eventos excepto que dejé mi isla a la cual nunca he regresado para quedarme. Era una ayuda para mi abuela y la familia más cercana haciendo los mandados a la tienda mientras aprovechaba a correr mi bicicleta.
La escuela no era lo que más me llamaba la atención por lo cual no terminó como hubiera querido. Eso no me impidió perseguir mis sueños.
La falta del calor paternal y maternal me llevó a ser un tanto inseguro y humilde. Desde pequeño valoré el amor incondicional que mi abuela me brindaba. Este amor moldeó mi carácter y he llegado a ser una persona con alto nivel de desprendimiento. Ahora disfruto llevar a otros a que sueñen como yo lo hice alguna vez. Con la oportunidad de ayudar a otros me esforzaron enriquecer mi estilo y el alcance del léxico para dominar el vocabulario. Esto me empuja a estar inmerso en una versatilidad de proyectos literarios.
Frank Miranda es un seudónimo el cual creó para expandir sus proyectos literarios. Él ha escrito libros en diversos temas. Sus mayores pasiones son el deporte, estudio de la novela y la lectura en una variedad de sujetos. Ya sintiéndose realizado ha puesto a la disposición de algunos afortunados como yo, sus destrezas de editor. El constantemente te exhorta a que edites tu propio trabajo conforme a la narrativa con un estilo sencillo, fácil, para que lectores de todos los niveles lo puedan entender.
Gracias por el tiempo, dedicación y el esmero que has puesto en ayudarme a soñar mientras estaba despierta. Él descubrió en mi habilidad que yo no sabía que poseía.
Corazón Samaritano
Alguna vez todos tuvimos una idea errónea de la definición de la felicidad. No la busques mientras el tiempo pasa y ella no llega.
¡Un día en las riberas del rio del que solo yo me acuerdo!
Esperé por ti hasta que un día se esfumó la esperanza de que llegaras a mi vida. Te anhelaba desde que entendí que das color a la vida, pero pronto realice que eras solo un espejismo, un sueño en mi cabeza llena de ideales perfeccionistas.
No estabas en la soledad y los juegos de niña. Corrí tras de ti por caminos y veredas angostos en las llanuras y las bajadas del campo. Pero no di contigo. Solo me consolaban el trino de los pajaritos que parecían haber tenido el honor de tu presencia.
Me refugié en los libros y con la imaginación viajé por países desconocidos buscándote. Había huellas de tu estadía, pero no la dirección a la que te dirigías, había llegado tarde una vez más a tu encuentro. Crucé océanos hasta el viejo mundo, lenguas que nunca habían oído y sonrisas que marcaban tu esplendor me daban la esperanza de que un día también serías mía.
Estuve buscándote en los brazos del amor, pero ellos nunca saciaron la definición que mi mente guarda de ti. Te he idealizado quizás. Esos encuentros hicieron más profundo mi dolor y la necesidad de que llegaras a mi corazón. Aquellos momentos me provocaron una terrible desolación, vergüenza y depresión.
Un día te busqué en la familia que tenía, pero estaban muy ocupados para compartir lo que tú les habías regalado. Miraba sus rostros llenos de ti mientras compartían cada día. Me provocaba celos su complicidad, entonces una vez más me llenó la soledad, el dolor y la confusión. Parece que no tenían de ti lo suficiente para convidarme al delicioso banquete que tú les proveías. ¿Acaso no había lugar para que me invitaran a degustar de tus manjares?
Se acerca el ocaso de mi vida y te busco en la pintura, la escritura, los pocos amigos y la vida que escogió nuestro Creador. Por alguna razón nada parece ser suficiente, sigo en vela cada noche a ver si apareces de repente.
Te busco en la divinidad y aunque sé que ahí tampoco estás, me lleno de gozo. Recién entendí que tú solo duras muy poco. Desapareces de repente cuando la realidad de la vida te quita la careta y te muestra tal cual eres. Efímera.
Eres pasajera y confundes a los que te buscan dejándolos con promesas incumplidas. La realidad de tu propósito en nuestras vidas nada tiene que ver con el sueño que de ti forjamos. Eres como el vapor de la mañana que dura hasta que la luz del sol la acaricia. Frágil y mezquina. Solo compartes con un grupo selecto.
Ya entendí que solo el gozo que viene de Dios nos da una esperanza que perdura
Ya no te busco, no sigas escondiéndote en vano, FELICIDAD.❤️
Recuerdo la primera vez que viajé a mi país en un crucero. Nunca había visto este lado del Castillo San Felipe del Morro. La verdad es que no visitaba mucho desde que mi padre falleció en 1993 y mi madre vino a vivir conmigo. Esta escena me rompió el corazón, me alejaba nuevamente de mi país. Sentí un profundo dolor. No tener la opción de vivir en mi país es difícil. Extraño disfrutar la época navideña con mi familia y los amigos entre otras cosas. No importa cuánto amo la ciudad, la gente y los lugares bonitos donde vivo actualmente, no puedo olvidar el peculiar verdor de las colinas de mi país. Te amaré por siempre Puerto Rico ♥
I remember the first time I cruised to my country. The truth is that I was not visiting much since my father died in 1993, and my mother came to live with me. I had never seen this side of the El Castillo San Felipe del Morro. This view broke my heart. I was leaving my country again. It hurt me deeply. Not being able to live in my country is hard. I miss spending the holidays with my family and friends, among other things. No matter how much I love the people and the pretty places of the city I live in now, I cannot forget the peculiar greenery of the hills in my country. I will love you forever, Puerto Rico ♥