“Que hubiera pasado si” “Letters to Juliet” es una de mis películas favoritas. Esta trama trata sobre una joven aspirante a escritora que visita Verona, Italia para una luna de miel prematura con su prometido Víctor, un cocinero de alta cocina quien pronto abrirá su restaurante. Víctor está más interesado en el queso aciago y las recetas antiguas que pasar tiempo con su novia Sophie disfrutando la ciudad y su belleza. Sophie descubre que miles de “Cartas a Julieta” son dejadas en el patio de Verona. Las cartas suelen ser contestadas por un grupo de damas conocidas como, “las secretarias de Julieta”. Ella encontró accidentalmente una carta del 1957 atrapada dentro de la pared de ladrillo que no había sido contestada. La carta fue escrita por Claire Smith a Lorenzo Bartolinis, su amor que fue truncado en la juventud. Sophie se unió al grupo de las secretarias dándose a la tarea de responder aquella carta que tanto la impresionó.
Adivinaste, Claire viaja inmediatamente a Verona con su nieto para buscar a su amor que había quedado incompleto. Puede que hayas comenzado a pensar en el desenlace. Te arruinaría el final de la historia, así que omitiré esa parte tan interesante. Date la oportunidad de ver la película, no te decepcionará.
Aquí es donde entra en juego el “qué hubiera pasado si”. Todos tenemos esos “qué hubiera pasado si” en nuestras mentes de vez en cuando. “Qué hubiera pasado si” me hubiera casado con ese apuesto y encantador príncipe “Y qué hubiera pasado si” me hubiera quedado en la universidad terminando mi bachillerato. Los “que hubiera pasado si,” pueden ser muchos, y quedarán para siempre sin respuesta. No podemos deshacer la vida. Cualquier suposición sería sólo especulativa. La vida es como el hermoso paisaje que alguien pintó en lo que ahora es un rompecabezas de mil piezas. Cuando le falta una pieza la imagen de esa obra maestra queda incompleta, aunque hayas trabajado para ensamblarla durante horas, días o semanas, según el tiempo te lo haya permitido. Esa obra maestra se verá diferente, pero seguirá siendo hermosa. Ten paciencia y mucha fe. Te prometo que hay un nuevo escenario que puedes pintar en tu propio lienzo.
“Que hubiera pasado si” me hubiera quedado en mi país terminando la carrera. Los “qué hubiera pasado si” viven en nuestro adentro por diversas razones. ¿Cuales son los tuyos?
A menudo sueño con mis años de escuela secundaria. No pude graduarme con mis compañeros, en cambio adquirí el GED. Yo era una estudiante prometedora con altas calificaciones académicas. Joven e ignorante tomé un giro que cambió mi vida. No lo llamaré un giro equivocado. Sólo una decisión prematura que cambió mi propio escenario. ¿Fui yo la que tomo la decisión? ¿O era este giro parte del plan de divino para mí vida? Algún día lo sabré, pero por ahora vivo a menudo pensando como Claire. “Qué hubiera pasado si.”
Claire, una señora mayor, todavía luciendo maravillosa y con una voz dulce, decidió darse la oportunidad de responder al “qué hubiera pasado si” en su vida. Era viuda y podía viajar con su apuesto nieto. Logró contar también con la ayuda de Sophie para su búsqueda. La diferencia entre Claire y nosotros es clara. No estamos viviendo una vida fabricada en Hollywood. Por lo tanto, viviremos con las preguntas sin respuesta, del “qué hubiera pasado si”.
“Que hubiera pasado si” a menudo me trasladaba a sueños nocturnos de mis años de juventud cuando la vida estaba llena de muchas posibilidades. Ciertamente, esos “que hubiera pasado si” me trajeron en ocasiones tristeza, especialmente en aquellos momentos en que la vida era sobria y desequilibrada. Es inevitable reflexionar sobre las elecciones que tomaste y las consecuencias de esas decisiones, pero no te desesperes, nada dura para siempre y pronto vuelve la alegría. La vida te vuelve a sonreír y el “qué hubiera pasado si” se esfuma al menos por un tiempo. La vida se basa en altibajos y esos ”que hubiera pasado si” son inevitables.
¿Y si mi vida no hubiera tomado ese giro en la escuela secundaria? ¿Y si no hubiera salido de mi país? Esos “que hubiera pasado si”, pudieran ser un poco tristes, pero no cuando puedo ver tanta felicidad frente a mí. ¡Lo logré! Vivo en una hermosa ciudad en una hermosa casa con un buen esposo y tengo una familia increíble, dos hijos adultos, guapos y exitosos y seis hermosos nietos, una carrera de veintiún años, la capacidad y la libertad de escribir dos libros y el privilegio de compartir contigo mis experiencias de vida a través de este blog. Abrazar la vida te permitirá desarrollar nuevas estrategias y metas. Además, te darán el deseo de tratar cosas nuevas, no del “qué hubiera pasado si”, sino del “qué es” lo próximo en tu vida. Van mis deseos de una feliz búsqueda y una exitosa jornada, mis amigos.
¿Qué pasará si compartes tus pensamientos conmigo? Me encantaría leerlos.